Comportamiento humano (I)

Para escribir acerca del comportamiento humano debemos indicar que el ser humano, a lo largo de su historia, se ha preguntado, cuestionado, de forma sistemática sobre su identidad, sus orígenes, sus actos, y los fines de sus actos. El momento histórico en el que se han formulado estas cuestiones han condicionado las respuestas obtenidas. En consecuencia, lo que el ser humano ha creído de sí mismo y su naturaleza ha sido una pieza fundamental de la cultura y la ideología dominantes.

Durante el siglo XX se han vivido fuertes transformaciones, reemplazando las concepciones tradicionales sobre el hombre y le mundo por otras. El ser humano, a día de hoy, es el ser vivo más complejo de todos. Esa complejidad se encuentra en su organismo y, principalmente, en su sistema nervioso, manifestándose a través de su comportamiento.

El comportamiento, por tanto, es la característica esencial de los seres vivos, viéndose reflejada en sus acciones. Por lo tanto, los animales nos relacionamos con nuestro entorno en función de nuestro comportamiento con el fin de alimentarnos y reproducirnos.

En última instancia, comportarse es adaptarse aunque hay comportamientos no adaptativos.

Teniendo en cuenta la evolución que ha tenido la vida en la Tierra hasta nuestros días, pasando de seres simples de una sola célula a seres complejos de múltiples células diferenciadas entre sí y asociadas entre ellas para desempeñar distintas funciones. En todos estos progresos el ambiente ha sido un factor determinante. Situándonos en el Reino Animal, la evolución biológica recae sobre el sistema nervioso central, que se encuentra alojado en el cerebro. El cerebro coordina e integra todo lo que sucede en el interior del organismo y lo que, afectándole a él, acontece en el exterior. Por tal motivo, un cerebro más complejo podrá dar respuestas más sofisticadas y variadas a eventos de toda clase.

Responder es comportarse

Fruto de la evolución, el ser humano cuenta con el cerebro más desarrollado, por lo tanto, es el animal que más influencias puede recibir y, su vez, producir comportamientos más complejos. El cerebro es de por sí una consecuencia de la confluencia de todo lo antes mencionado, influencias y comportamientos, y cada etapa evolutiva de la adaptación humana ha requerido determinadas características cerebrales, pero, la evolución de las características cerebrales se ha logrado gracias a las sucesivas exigencias de adaptación.

La primera etapa evolutiva del Homo sapiens se concentra en la adquisición de una posición ergida, denominada bipedestación, el sostenimiento del cuerpo sobre las extremidades inferiores, liberando de esta manera las manos. Desde este momento, nuestro antepasado, cuenta con una herramientas que resultarán transcendentales para la modificación de su entorno. Estas modificaciones realizadas en el medio donde habita le proporcionan indirecta y progresivamente nuevas influencias que le permiten seguir evolucionando. Entonces, aparece el habla. Este es un gran salto evolutivo de una magnitud inmensa. El comportamiento verbal permite la comunicación, la transmisión codificada de información y, por supuesto, crear un ambiente de símbolos (palabras y sus significados) que ejercerá una especial influencia en la evolución humana.